sábado, 29 de agosto de 2009

Llamada inesperada



Ayer a última hora suena el teléfono, como casi siempre llego corriendo descuelgo y me empieza a saludar una voz casi olvidada y desconocida que me da datos y yo comienzo a recordar a esa niña bielorusa que acogimos un verano hace 8 años. Esta vez es su prima y su mama que están en España por un periodo de 15 días aunque ya han pasado la mayoría en Extremadura y dentro de tres días regresan a su país.



Recuerdo ahora a lo emocionados que estábamos los tres (mi hija, su madre y yo), nos habíamos apuntado a un programa de acogida de niñ@s que procedían de países afectados por el desastre de la central nuclear de Chernovil.



Cristina era el nombre que nos habían dado y fuimos a recogerla después de llegar en un autocar que había tardado dos días y medio en recorrer la distancia desde Bielorusia a una parroquia en las afueras de Getafe.



Ese año llegaron veintitantos niñ@s y la primera vez que la vimos estuvo llorando la mayor parte del tiempo durante una reunión que se hizo en una sala de la parroquia.



El resto del tiempo que pasamos juntos durante ese verano no fue fácil sobre todo por la falta de adaptación de esta niña pero para mi significo una gran experiencia y no la olvidare, estoy seguro que para ella también lo fue, es más esta tarde he quedado con su prima y su mama para saber algo de Cristina, ya os contare.





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